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Primero ungido como salvador en el ministerio de Economía y luego consagrado como el candidato de unidad del kirchnerismo, sin embargo la postulación de Juan Grabois evidencia que hay un sector del espacio que no se siente representado. ¿El kirchnerismo lo vio a Massa o Massa lo vio al kirchnerismo? le preguntamos en LaNoticia1.com a Diego Genoud, autor de los libros: "El peronismo de Cristina" y "El arribista del poder". Un repaso por la historia y la actualidad de la sociedad política menos pensada en el 2013.
Por Gabriela Edith Lorenzo
A 15 días de las elecciones que los analistas catalogan como las más desconcertantes de la historia a la hora de pronosticar un resultado, se cierne una gran duda sobre el electorado kirchnerista que tiene como principal candidato a Sergio Massa. De enemigo acérrimo a candidato de la unidad, el jefe de la oposición en 2013 se transformó en el salvador del kirchnerismo de cara a las PASO del próximo 13 de agosto.
Del hijo de la generación diezmada al socio del poder económico, cuál fue el camino que llevó al kirchnerismo a postular al tigrense para dirigir el destino del país en los próximos 4 años. ¿Fue un candidato impuesto o siempre estuvo en los planes de Cristina? Para reflexionar sobre este contexto, LaNoticia1.com dialogó con el analista y periodista político Diego Genoud, autor de los libros: “El Kirchnerismo de Cristina” y “El arribista del Poder”, en los que repasa el entramado del poder K y la historia no publicitaria del actual ministro de Economía.
Cuando hablás de “El arribista del Poder”, ¿estás haciendo referencia a esta obsesión de Massa por llegar al poder?
Sí, sí, y a la idea de que Massa prácticamente no necesita ganar elecciones para estar en la cima del poder, ¿no? Perdió en 2015 y sin embargo, dos meses después estaba con Macri en Davos, sentado ante Biden; y en 2019, obviamente ganó como parte del Frente de Todos, pero fue el último en llegar, ya habían llegado al Frente de Todos gran parte de los dirigentes que lo habían acompañado en la fundación del Frente Renovador y habían llegado los votantes del Frente Renovador, los votantes que le habían quedado, porque de aquella gran elección de Massa en 2013 en provincia de Buenos Aires, donde sacó 44 por ciento los votos, había perdido ya una parte de ese ese electorado que se había ido con Macri. Y el resto ya lo había abandonado antes de que él se fuera al Frente de Todos. Sin embargo, incluso llegando último, termina en la cima del poder. Para mí, cuando le dicen “superministro de Economía" y le dan todas las atribuciones, prácticamente Alberto Fernández pasa a ocupar un rol secundario en el gobierno.
¿El kirchnerismo lo vio a Massa o Massa lo vio al kirchnerismo?
No, creo que se vieron mutuamente, ya durante el año final de gobierno de Macri en la Cámara de Diputados, creo que Malena Galmarini lo contaba hace poco, Wado de Pedro y Máximo Kirchner comenzaron a ir a Tigre, Massa comenzó a ir a Mercedes a verlo a Wado de Pedro y además, estaba la relación de Massa con Alberto Fernández, que había sido su jefe de campaña o uno de los operadores o jefe de campaña en 2013.
Se vieron mutuamente en un contexto de debilidad del peronismo en general y la crisis de Macri, porque si bien las distintas facciones del peronismo habían salido derrotadas ante Macri, a partir de 2018, sobre todo cuando Macri le pide auxilio al Fondo, empiezan dos años muy,duros para la sociedad argentina. Cristina y el massismo, o Cristina y Massa, empiezan a acercarse y a pensar en que era posible reconstruir una unidad con Massa; así que yo creo que se ven mutuamente cuando ven que lo de Macri se acaba y piensan en construir una nueva mayoría.
En “El peronismo de Cristina” ya en el mismo título referís: “entre la dolorosa unidad, la escasez y la guerra interminable con el establishment”, ¿hay algún peronismo que se pueda construir sin polarización, sin enemigos? Pensándolo ahora desde el kirchnerismo.
Y yo creo que sí, que se puede pensar, es necesario un contexto económico para eso; puede ser, un contexto saludable o un contexto terminal, digamos, cualquiera de las dos variantes podrían llevar a que el kirchnerismo decida otra estrategia de poder. De hecho, lo estamos viendo con Massa, ¿no? O sea, Massa tiende puentes con el poder económico, es el único capaz de reunir a Cristina con el poder económico, con una facción del establishment, con sectores de la diplomacia de Washington y bueno, Cristina está apostando a eso, a Massa como interlocutor con esos sectores.
Entonces, creo que el kirchnerismo se hizo grande si querés en la confrontación, pero es un kirchnerismo de otro tiempo. Un kirchnerismo con mucho más poder, con una economía que aún quizás enfrentaba problemas, pero era una economía que estaba muchísimo mejor que la actual, sin los niveles de deuda que tiene esta, sin los niveles de inflación que tiene esta. Entonces, me imagino a Cristina apostando a otro tipo de peronismo, pero ya no va a ser el mismo que conocemos. Ya el kirchnerismo que conocimos, el de 2003, 2015 y que a la Vicepresidenta le gusta tanto evocar, hoy no existe más, lo que existe es el peronismo que apuesta con todo a Massa, por lo menos en este turno, después se verá.
Cómo sería pensar este kirchnerismo con Massa jugando dentro del espacio?
En el primer capítulo del libro yo planteo un poco la tesis de que Massa encontró en la debilidad del kirchnerismo, la tierra movediza para combatir al propio kirchnerismo, que no pasa tanto por las tácticas que él mismo había utilizado para demonizar el kirchnerismo, sino que Massa, después de dar la vuelta al mundo de la política, volvió y encontró otra manera de terminar con el kirchnerismo, tal y como lo conocimos, que es la de, en el momento de debilidad, ofrecerse como su salvador. Y quizás, destruyéndolo de alguna manera, ¿no? Porque lo salva, pero lo salva en un contexto de debilidad, promete salvarlo pero llevando al kirchnerismo a la lógica del poder por el poder mismo. Le promete una asociación en un momento de debilidad y el kirchnerismo renuncia así a mucho de lo que era su ideario. Incluso el ideario que la vicepresidenta puede mencionar de los salarios altos, hoy tenemos salarios que son los más bajos en toda América latina.
Entonces, bueno, qué queda del kirchnerismo uno se podría preguntar en este contexto. Creo que Massa está ensayando una nueva forma de superación del kirchnerismo que no pasa por combatirlo o anunciar que lo va a destruir, sino más bien pasa por una asociación en un momento de debilidad del kirchnerismo que tiene como fin subordinar al kirchnerismo a un nuevo líder. Y es un líder que en su momento se animó a desafiarlo y que prometió destruirlo.
¿Qué te parece que se le jugó a Cristina en la decisión de que Massa sea el candidato de unidad? ¿Massa era un plan B que le terminaron imponiendo?
Creo que nos falta información, por un lado, porque todavía no sabemos cómo va a salir esta apuesta, ¿no? Si Massa gana y gana Kicillof, va a ser una la conclusión, si pierden los dos va a ser otra, y si gana Kicillof y pierde Massa, va a ser otra. Entonces, ahí hay diferentes opiniones porque algunos piensan que Cristina en realidad da por perdida la elección nacional y esto es una especie de alianza pero sabiendo que Massa no puede ganar; habrá que verlo, porque Massa obviamente está jugando a ganar y por eso digo que nos falta todavía información para saber quién ganó y quién perdió en esta alianza, si ganaron los dos, o si uno gana y otro pierde o pierden los dos.
Pero Cristina apostó a Massa por que tiene el poder de una alianza muy fuerte y en especial, desde agosto del año pasado, hoy es el socio principal de Cristina en el poder; así que no me parece tan descabellado que haya apostado por él, porque ya viene apostando fuerte por Massa, Cristina, desde que lo propuso para ministro de Economía. Yo creo que era su plan A, como lo viste en alguna entrevista, no creo que haya sido su plan B, sino que Cristina quería poner a Massa como candidato, lo que no quería era pagar el costo de ponerlo con un dedazo, podemos decir, sino que quería que eso apareciera como un acuerdo dentro del Frente de Todos, en especial con el Presidente, y una vez que logró eso, logró lo que quería, que era que Massa fuera candidato.
Lo escuchaba en una nota Guillermo Moreno que se autoproclama como el último bastión del peronismo real. ¿Vos crees que hay grandes diferencias entre el peronismo de Perón y Evita y el peronismo del kirchnerismo?
Bueno, es una pregunta difícil porque habría que analizar estos factores, pero yo creo que el kirchnerismo tuvo diferencias con el peronismo ortodoxo, con el peronismo no kirchnerista, para acotar la comparación a los años de la democracia a partir de 1973. El peronismo de Cristina es mucho más sensible al tema de los derechos humanos, a los temas que le preocupan al progresismo, a las libertades individuales, ese tipo de cuestiones.
En un contexto particular que habilitaba esa sensibilidad, que fue el 2001, que fue el estallido de la convertibilidad, es decir, Néstor Kirchner encontró ahí una posibilidad de legitimarse a partir de, sobre todo, los derechos humanos y los movimientos sociales, o lo que en su momento fueron los piqueteros. Toda esa gente se incorporó de alguna manera al esquema de lo que era el Frente para la Victoria y eran fuerzas anti menemistas que estaban en la calle, el kirchnerismo las convirtió, o en aliadas o en burocracias estatales, en poco tiempo. Esa es una diferencia fuerte con el peronismo ortodoxo o con el peronismo de Menem, que fue el que gobernó en la década de los 90.
Después, en lo económico también hay diferencias, hay distintos ciclos, si uno quiere el primer Kirchnner es una continuidad en muchos planos, de lo que empezó con Lavagna, con Menem, con Dhualde, después empiezan las diferencias en cuanto al modelo económico, pero bueno, eso sería largo de analizar, pero digamos, cuando el kirchnerismo se preocupa más por cuestiones ligadas a los derechos individuales, incluso a los derechos humanos y se despreocupa de la cuestión de los ingresos, de la caída del salario real, que es lo que estamos viendo, bueno, ya hoy tenemos zona de riesgo. Hubo un momento donde todo eso iba de la mano, iba de la mano la reivindicación de los derechos humanos con la mejora de los ingresos y el boom del consumo, era el momento en que Cristina decía que la juntaban en pala los sectores empresarios, que ganaban también, los sectores si querés de menores ingresos, que querían mejorar su vida material, su vida personal. Bueno, ya a partir de 2014, ese modelo entra en crisis con la devaluación de Kicillof, entonces, bueno, es mucho para pensar.
Lo cierto es que el peronismo si querés, no kirchnerista u ortodoxo, volviendo al comienzo de la charla, no pudo hasta el momento encontrar un alternativa capaz de superar al kirchnerismo en el terreno de los votos. El único que parece ahora que pone una alternativa es Massa y los aliados de Crisitna. Todos los que se presentaron desde el supuesto verdadero peronismo para decir “el kirchnerismo no es peronismo”, fracasaron estrepitosamente, el que más o menos llegó fue Sergio Massa en 2013 y después perdió las elecciones. Entonces, sin duda, el kirchnerismo ha tenido límites en lo político, en lo económico, pero hasta el momento nadie pudo, pese a la debilidad, pese a los errores, pese a los límites, nadie pudo, desde el peronismo, desplazarlo.
Por último quería preguntarte por el rol de Malena Galmarini en la vida política de Sergio y qué se pone en juego para esta sociedad política en el resultado de las elecciones en Tigre.
Fundamental, fundamental porque Malena Galmarini, bueno, pertenece a la familia de Vicente, del peronismo, muy rica, con una historia muy larga, donde estaría también entre líneas, envueltas las distintas corrientes del peronismo y Massa se incorpora a esta familia política y también se nutre en la historia, en las relaciones y en esos contactos, entonces, Malena se considera a la par de Massa a nivel político, incluso piensa que Massa le debe mucho en ese punto.
Obviamente son una sociedad política muy potente, así que creo que es un rol clave que también va a depender de cómo le vaya a Malena en Tigre. Si Malena gana esa elección de Tigre, que es una elección difícil, porque Zamora tiene mucha legitimidad, el delegado que puso Massa se reveló y estuvo a punto de romper con Unión por la Patria si no le permitían competir dentro del esquema oficial. Bueno, muchas encuestas dicen que Zamora tiene más chance para ganar esa elección. Si Malena gana esta elección, su rol obviamente va a ser todavía más importante. Bueno, si pierde va a quedar relegada, por lo menos en cuanto a su capital electoral, pero es un rol fundamental a la par de Massa, al lado de Massa, incluso diciendo cosas que hoy Massa no puede decir y que Malena no tiene problema en decir.